La fundación inició tras dos años del fallecimiento del joven atleta de 15 años Jhonaikel Bolívar.
Al regresar de un mundial de surfing junior en Nicaragua, el joven fue a entrenar a Playa El Faro, estando en el agua sufrió una contracción muscular y no fue posible sacarlo del agua a tiempo.
Tras dos años muy difíciles para su madre Kimberly Iriarte, quien incluso pensó en terminar con su propia vida, ella decide volver a la playa y ahí conecta con los niños surfistas que extrañaban a su hijo y ahora le pedían a ella ayuda para poder surfear.
Así nació la fundación y con esta, la tradición de este evento deportivo que, aún con todas las situaciones dadas en el país, logra una octava edición.
LGS/Maria Alejandra Peña