La noche del sábado 10 de julio tuvo uno de los mayores eventos de la UFC en mucho tiempo, pues el irlandes Conor McGregor se encontró con el estadounidense Dustin Poirier para su tercer enfrentamiento.
Lamentablemente para el irlandés, la posible victoria de la famosa trilogía fue arrebatada de sus manos cuando este sufrió una grave lesión del pie izquierdo, fracturando su tibia durante el combate.
Al haber perdido el primer encuentro y ganado el segundo, debía salir victorioso también en ésta ocasión, pero debido a su fractura, la batalla debía culminar.
Por otro lado, Conor McGregor no parece sentirse derrotado de ninguna forma, ya que espera recuperarse rápidamente y seguir combatiendo; sin embargo, se desconoce el tiempo que McGregor pasará fuera de la acción.
LGS/ALuisi