Miami Heat venció 102-91 a Chicago Bulls en partido del Play-In de la Conferencia Este.
Miami se adjudicó así un combate tremendamente físico, de defensas extenuantes, márgenes estrechos y ataques asfixiados más propio de la NBA de los años 90 que de la actual era de ofensivas frenéticas, pirotecnia constante y primacía del triple.
Los Heat, que tuvo una ventaja de 14 puntos durante el primer cuarto pero también se encontró cinco puntos atrás en el marcador a seis minutos del final del partido, logró sobrevivir a una noche floja de Bam Adebayo en ataque (8 puntos y 1-9 de campo) y también de Tyler Herro (12 puntos y 0-5 en triples) gracias a dos factores: un Jimmy Butler que enseñó una vez más lo clutch que es (31 puntos con 9-10 en tiros libres) y un partido soñado de Max Strus, con 31 puntos y 7-12 en triples.
Aunque el marcador fue abultado, durante gran parte del partido la visita parecía mejor posicionado a avanzar a la siguiente ronda.
Entre DeMar DeRozan y el suplente Coby White, le dieron a Chicago ventaja de siete puntos con poco más de seis minutos por jugar. Entre el silencio que invadió el Kaseya Center, Jimmy Butler tomó la responsabilidad y se encargó de darle la vuelta al marcador.
Parecía que el encuentro se decidiría en los últimos segundos a cara o cruz pero los Bulls se quedaron sin gasolina en los últimos tres minutos y Butler y Strus cerraron con enorme solvencia el pase a los ‘playoff’ de los Heat.